Vaya, vaya, vaya!
Es domingo y me levanto relativamente pronto con la intención de ir al gimnasio. Los fines de semana es cuando mejor se está allí. Hay poca gente y no te tienes que estar peleando con todo el mundo para conseguir sitio en alguna maquinita...
Pues como os decía, hago el esfuerzo (aunque ya algo en la cama me decía que no era un buen día para los esfuerzos físicos), preparo la bolsa y allá que me voy......
Una conspiración de mis 300 y pico músculos (la verdad no tengo ni idea de cuántos tenemos) impide que el esfuerzo mental de ir al gimnasio se transforme en físico. Nada, que no me ha respondido ni el músculo de los párpados. Desastre total.... Tras media hora de intentarlo por delante, por detrás, del derecho y del revés.... me he ido a casa con las orejas gachas... Si es que cuando no puedes no puedes
Ah, prometo intentarlo mañana de nuevo....
Os dejo mi foto para que veais que mis músculos no son lo que eran. Cuánto han perdido! Con lo que yo había sido!
