Tal vez mañana...

A veces, cuando cierro los ojos, el sueño me abate.

Puede ser un sueño reparador (las menos veces). La mayoría se transforma en pusilánime, como si la fuerza del exterior lo derrotara; como si su muro de protección fuese una película fina incapaz de aguantar ni tan siquiera la primera acometida de los acontecimientos.

No le culpo. Nadie le advirtió de su complicada empresa. Nadie le preparó para este pesado y antinatural esfuerzo. Ni los sueños nacen enseñados...

Curioso concepto el nacimiento aplicado a un sueño. Nacen las personas, los animales, las plantas... Nacen las historias como ésta, nace el día cada día tras su muerte...

El nacimiento de un sueño dependerá tanto de la semilla que lo engendró como del proceso de gestación que tenga: puede ser un día, aunque a veces este camino pueda durar años.

Por eso hay sueños malformados. Sueños en los que el proceso de gestación no ha sido el correcto. Su maduración en el "vientre" del progenitor no fue la adecuada....

No nos quejemos pues de lo que mal llamamos pesadillas. La forma, el contenido, el color dependerá exclusivamente de los genes de su progenitor, de sus vivencias, de lo cuidado que estuvo mientras se formaba.

Somos una sociedad de vigilia. Ignoramos esa parte tan importante de la vida que es la no consciencia. No consciencia no es igual a no vida. Puede haber algo más intenso y real que un sueño? Puede haber algo mejor y con más fuerza que refleje nuestra inquietudes, pesares, alegría y calma?

Es nuestra vida pero seguimos ignorándolo... Ni un apoyo, ni una palabra de ánimo o agradecimiento al llegar el alba. Lo dejamos marchar como si no hubiese existiendo aun sabiendo que cada noche ha sido nuestro más leal compañero.

A veces ni lo recordamos, otras lo aborrecemos....

Hoy tampoco ha podido ser. Ya se marchó y no le dije nada. Ni un te quiero, ni un por favor, ni un deseo....

Tal vez mañana